Espejito, espejito
Marta es cañera, sabe de lo que habla y se muestra crítica ante cómo juzgamos el paso del tiempo en hombres y en mujeres y este sesgo machista: ¿Por qué un hombre con canas a los cincuenta es un “madurito atractivo” y una mujer no pude serlo? A lo mejor, tendremos más grasa en el abdomen, menos en las caderas; un cuerpo más recto, con menos curvas, pero es natural. Y es en esta edad cuando somos más interesantes, más atractivas. Tenemos que aprender a enseñar nuestra mejor cara…
La terapeuta nos recuerda que durante la menopausia es un gran momento para hacer un trabajo de autoestima, de autoconocimiento. De retomar relaciones, de aprender un idioma, de cultivar el hecho de tener grupos de amistades, de conectar también con otras mujeres.
“Tenemos que entendernos, comprendernos, darle la mano a los cambios que experimenta nuestro cuerpo”.
Y con respecto a los cambios de nuestra lívido, Marta Marcè, nos dibuja este paralelismo: “En el sexo la menopausia es igual a cuando ya has comido y te encuentras saciado. Pero si te llevan un postre muy goloso que te gusta mucho, te entran ganas de pecar…. En esta etapa el sexo ya no es el aquí te pillo y aquí te mato, si no algo más tranquilo, sosegado: un proceso más desde la seducción, etc”.